La sensatez del demente: Refugiándose en el lado oscuro de la Luna.

Viajando sin rumbo en la dimensión sin tiempo

Intento encontrar la fuente de todo aquello
Que me roba el sueño y enmudece mi voz

Un laberinto de arbustos sádicos y burlones
Un turbio mar de pensamientos y emociones
La paranoia estalla entre luces y aullidos
Escoltando solemnes el funeral de la séptima vida de un gato

Mi primer sueño contigo creó una estrella por la mañana
La pentapolaridad lanzó morbosa la espina al páncreas
Viajando sin rumbo en la dimensión sin tiempo
Decidí ignorar el graznido de todo aquello
Que contigo me impedía bailar

Dormiré embrujado
En tus ojos color primavera
En tus ojos hasta el invierno
Inventando nuestra historia

De vuelta al Olimpo

1943 - 2008

El mañana empieza hoy

¿Cómo? No, no como siempre. Hablar de renacer como un fénix sería pretencioso y cliché; más bien, prefiero pensar en un sapo que decidió mudarse de un pantano a un lago... Aún corre el riesgo de enlodarse. Como regalo de la Luna a quien se atreve a romper las paredes de su habitación, en medio del lago aguardaba paciente una hermosa rosa de Venus de color paz con pétalos frescos y afables; quizá había estado ahí desde siempre, quizá no había llegado su momento, ¿Tiempo perdido? No, convicciones reforzadas e inmadurez marchita.
Le fue difícil reconocer las bondades de su nuevo hogar, le fue difícil no anhelar los placeres de su antiguo hogar, pero ahora tenía un por qué y no sólo el qué, ahora estaba donde quería y no donde podía.
Desde entonces, cada noche se refugia el sapo en su preciada flor, no escapando sino respirando. Recordando para aprender, no para extrañar... Viviendo para vivir y no al revés.


Ayer olvidé a soñar.
Hoy aprendí a olvidar.
Mañana señalaré al espejo.