Un buen lugar

Hoy estoy en un buen lugar.
Mis demonios me observan desde las sombras, impotentes.
Puedo olerlos, puedo sentir sus deseos de abatirme.
Pero esta vez no tienen poder, se los he arrebatado.

El día que decidí dejar de caer,
El día terminaba y para mí era el alba
La Luna le decía "no te preocupes Sol, yo cuidaré de tus niños".
El día era domingo y mi nombre era Lodo.

Y cuando salí de mí, me pude ver:
Parado cabizbajo, mi cuerpo incrédulo de su sombra,
Un puño sucio arrugando un corazón ardiente.
La misma fotografía de nunca jamás.

Hoy estoy en un buen lugar:
Tengo lo que necesito y hago lo que quiero,
Y en especial, dejo lo que no quiero ser
Y sobre todo ello, aún anhelo volver a tus ojos.