Cuando cante el primer pájaro

Pasa ya de media noche
Todos intentan dormir
Por eso canto despacito
Para no molestar
Tengo dentro un deseo
De acción y destrucción
Pero es más de media noche
Y no quiero molestar


Deseo de acción
Deseo de ti
Deseo de estar
Dentro de ti

Finalmente me dormí
Otra vez lejos de cama
Y en la madrugada fría
La soledad me despertó
Las cuatro de la madrugada
Buena hora para inventar
En mi mente lo veo todo
Cómo van a reventar

Deseo de acción
Deseo de ti
Deseo de estar
Dentro de ti

Me siento vigorizado
El silencio es claridad
De pensar en cosas malas 
A lograr ya no pensar (ya no pensar... Ya no pensar...)
Esperaré a que salga el Sol
Esperaré a que salga el Sol
Y cuando cante el primer pájaro
Ya no más voy a callar

Deseo de acción
Deseo de ti
Deseo de estar
Dentro de ti

Entre los elfos

Hace tiempo, por un tiempo, canté y bailé entre los elfos.

Volvía a casa después de un largo día, jugando en mi mente a ser alguien más, cuando mi caminar desatendido me llevó por una senda extraña a un salón bajo un techo de hojas verdes y blancas y negras que no me permitían ver el mapa en el cielo. Me detuve entonces, y contemplé embelesado el espacio forrado de hierba y de hojas, y blancas columnas que eran los troncos de muchos árboles. 

Pero tenía qué volver. 

Mas antes de elegir qué dirección tomar, me alcanzó una caravana de elfos de la noche. Y ellos se mostraron gentiles y me recibieron con sonrisas y palabras hermosas, y me invitaron a disfrutar de su música, a unírmeles aun.

Presto busqué su ritmo y toqué mis cuerdas y con su magia me ayudaron a aprender esa música que suena familiar al primer compás; canciones que hacen eco en los anhelos, en los miedos y en los gozos más profundos, más hondo clavados en los corazones de la gente libre.

Dejé de sentir el suelo. Subí, cruzando la bóveda arbórea, las nubes y todo el cielo hasta ver la Tierra respirando a mis pies, y escuché las historias que le han dado las formas y colores que hoy la cubren. 

Pero tenía qué volver.

Con pena en el alma me despedí. La música no se interrumpió, mas me ofrecieron todos miradas amables y rostros sonrientes, y me cubrieron entre cantos con sus buenos deseos y pactos de amistad: sincero aunque hueco consuelo, sabiendo en mi corazón que a ese lugar de ensueños nunca más habría de volver. 

Una sola noche mis ojos atestiguaron la fiesta de aquellas criaturas más allá de mi entendimiento: tan iguales a mí en apariencia, hermanados en esencia; pero separados, sutil e irremediablemente, por nuestra misión y destinos.

Y volví a casa, cantando canciones de tiempos remotos, sin poder explicar llanamente el por qué de mi demora. Mi vida siguió como iba y debía, y yo seguí siendo yo, pero mi vista fue hecha nueva.

El día comenzó muy mal

Hoy el día me comenzó muy mal
Mi mujer me gritó
A mi niña le grité
Me duele un pie y así no puedo patinar
Y olvidé mi biblioteca, no tengo qué leer

Fuck, fuck, fuck...

Quisiera regresar en el tiempo
Darme un zape antes de gritar
Pero no puedo hacer eso y el grito no lo puedo borrar
Lo que sí puedo es decir "de verdad lo siento, reaccioné mal"
Por que si era tarde y eligió zapatos inapropiados
¿Qué le importa a ella? Y qué me importa a mí...

Por que aunque el día comenzó muy mierda, el comienzo quedó atrás
Van más rápido los segundos que mi calmo respirar

Voy por mi camino que es el mismo de ayer
Veo los mismos árboles bailando Chachachá
Las aves ahí en sus cables, y de pronto echan a volar
El cielo más azul de todo el año, enmarcado por nubes que sin prisa van para llover a otro lugar

Quisiera que el pie no me duela ya
Pero da igual, en la oficina no hay buenas rampas
Así que mientras escribo estás líneas con las manos, con el pie estaré dibujando círculos
Suave y lentamente, para que se pueda aliviar

Y aunque el día comenzó muy mierda, eso nada importa ya
Tengo más de pocas horas para pasarla bien
Para construir una ventana, para escribir esta canción
Para saltar y caer, y rodar y rodar
Y por la noche hacerte el amor

Fuck, fuck, fuck... fuck yeah! 
Hoy vuelvo a respirar

Soy básico

Soy un animal muy básico.

Disfruto del silencio y la quietud que sólo las madrugadas y el desierto conocen. Ver el cielo y sus estrellas y los jirones de nube dibujando y desdibujándose entre estas. Y platicarle a la Luna lo que nadie más escuchó.

Pero me gusta mi música a alto volumen. Alto mas no estridente; sumergirme, pero que no me aplaste. Y ahí sumergido en la música, liberarme de la gravedad, de atavíos materiales. Decorando el tiempo, transformando el espacio que me platican mis sentidos.

Me gusta dibujar, escribir, pintar, hacer música. Y aunque no me salga nada tan chingón como lo imagino, me gusta aún así contemplar mis creaciones: colección de errores, destellos de genialidad, accidentes felices... Por que creo que somos hilos en un aparentemente perpetuo procesar de información: nos entra el mundo por los sentidos, lo digerimos en la mente y lo retratamos con ayuda del cuerpo en algún rincón del universo mismo.

Me gusta la comida de sabores intensos, texturas dinámicas, crocante pero jugosa. Caliente en el vientre, cerquita del alma. Me gusta besar, eso como pocas otras cosas me permite parar de pensar, dejar de temer o preguntarme qué viene luego en la lista de tareas. Con labios, con lengua, con dientes, con los brazos y con todo el cuerpo: besar.

Cuando me siento solo disfruto unirme a algún grupo, reir y ser uno más, escuchar e imaginarme en las historias que se cuentan. Camino por ahí, saludo a alguien, me volteo para allá y saludo a alguien más. Cuando me agobia la multitud, desaparezco en la oscuridad, en silencio, pues no me gusta despedirme. Me da amsiedad.  

Soy un animal de ciudad, pero de ciudad chiquita, escondida entre los cerros y el mar. Me cautivan las líneas rectas de los edificios, las luces brillantes y letreros surrealistas sobre el fondo más sereno de los viejos cerros de roca, arena, cactáceas y arbustos, recostados a sus anchas bajo un cielo siempre cambiante: ahora azul, ahora dorado, ahora rosa o todo a la vez; ahora despejado y luego nublado. No se aburre uno así.

Soy un animal muy complejo. Me aburro fácil, pero cuando no me aburro, cuelgo el reloj y me voy de viaje hasta lo más recóndito del momento.

Fuerte

Fuerte
Sé fuerte
Concentra tu poder con una inspiración tranquila
Que se hinche tu pecho y se irga tu columna vertebral
Enfoca el ojo de tu mente en el objetivo, en la meta

No importa si es minúsculo o colosal
Ten confianza en vos, tú puedes contra todo lo que venga
Fronteras, obstáculos, enemigos, fantasmas
Nada te puede parar, nada te va a detener

Sé fuerte
Sé gentil, construye, y enseña con paciencia
Busca la sabiduría antes que lo material
Y ésta te llevará por el mejor camino
El camino que no acaba sino que se alarga siempre después de cada estación
Y en cada estación procura descansar
Deja y toma lo que sea bueno y avanza, avanza cuando sea bueno

Y en tu camino acuérdate de mí
Yo que te quiero por siempre
En mis virtudes y mis defectos mi amor hacia ti es eterno
Si en algún punto te sientes asustado usa como ancla mis palabras:
Te amo, confío en ti
Cuando tengas frío deja que te abrace mi alma, y la de todos los que te queremos
Te amo, el mundo es mejor gracias al resplandor de tu sonrisa

Eres fuerte, eres gentil, eres un hermoso hijo del Sol

Conocerles

Ninfas, nínfulas...
Ángeles y diosas:
Quiero conocerlas a todas

Somos

El universo explorándose a si mismo.
Un sueño que se busca significado.
Un latido suspendido en el tiempo.