Viajando sin rumbo en la dimensión sin tiempo
Mi primer sueño contigo creó una estrella por la mañana
En tus ojos hasta el invierno
The sweet taste of pain, the silent chaos in your head
Viajando sin rumbo en la dimensión sin tiempo
¿Cómo? No, no como siempre. Hablar de renacer como un fénix sería pretencioso y cliché; más bien, prefiero pensar en un sapo que decidió mudarse de un pantano a un lago... Aún corre el riesgo de enlodarse. Como regalo de la Luna a quien se atreve a romper las paredes de su habitación, en medio del lago aguardaba paciente una hermosa rosa de Venus de color paz con pétalos frescos y afables; quizá había estado ahí desde siempre, quizá no había llegado su momento, ¿Tiempo perdido? No, convicciones reforzadas e inmadurez marchita.
Le fue difícil reconocer las bondades de su nuevo hogar, le fue difícil no anhelar los placeres de su antiguo hogar, pero ahora tenía un por qué y no sólo el qué, ahora estaba donde quería y no donde podía.
Desde entonces, cada noche se refugia el sapo en su preciada flor, no escapando sino respirando. Recordando para aprender, no para extrañar... Viviendo para vivir y no al revés.