Una mirada al retrovisor

Me intriga la manera en la que juega el diablo

Después de un encuentro mágico a las puertas de la Atlántida

Después de excesos deliciosos y asquerosos

Convertidos en animales sin control

Para renacer más tarde como una estrella binaria

Dos cuerpos tan salvajes como majestuosos luchando inutilmente por poder amarse

Inseparables, armónicas, esperando el momento en que una devore a la otra en un destello

Después de sueños y promesas etílicos

Arrojados con vida a las brasas

Tras haber encontrado una expresión más honesta

De uno mismo, del otro y de ambos

Después de tan extrañas batallas que hubimos de resistir

La guerra terminó de la manera más absurda

Fue una apasionada guerra sin vencedores ni derrotados

Decidí abandonar la sala de espera aun siendo el único en ella

La multitud me obstruía el paso camino a la salida

Me llevo un maletín lleno de recuerdos que me motiva a seguir buscando historias

Interpretando cada día un personaje nuevo

De nuevo a vivir del placer de vivir del arte de vivir

Nadé...

Nadé..

Nadé.

Y al llegar a la orilla seco mi ropa al calor de una fogata abandonada

Me encanta la manera en la que juega el diablo